El temible futuro de Castilla-La Mancha

2014. Una imitación del humorista albaceteño Joaquín Reyes es confundida con un discurso real de Mariano Rajoy por la comunidad internacional. Hasta descubrirse el malentendido, la prima de riesgo baja en 137 puntos, las exportaciones experimentan un notable aumento, e incluso se especula con la entrada de España en el G-8. Cuando el gobierno español da la voz de alarma, la confianza en el país sufre un gran vuelco y todas las iras se dirigen al cómico castellano-manchego. La región expresa su apoyo al humorista, que recibe ataques y amenazas del resto de España.

2015. La presidenta de la comunidad, María Dolores de Cospedal, aprovecha el clima político para huir de la justicia española y afianzar su poder ante el declive del Partido Popular. La política conservadora roba uno de los camiones con residuos radioactivos que ya comienzan a llegar al cementerio nuclear de Villar de Cañas, y lo lleva hasta el parlamento autonómico. Espoleando el sentimiento regionalista, y ante la amenaza de un ataque químico al resto de España, Cospedal proclama la independencia del territorio, que pasará a llamarse “República Popular Católica de Castilla-La Mancha”.

2016. Tras un año de aislamiento y bloqueo internacional, la joven República Popular está arrasada por el hambre y la corrupción. El régimen de Cospedal busca reconciliarse con su pueblo y trata de rescatar la UCLM, la universidad pública de la región al borde de la ruina. La entidad pasa a manos privadas y se buscan patrocinadores, que reconducen sus objetivos y valores. Así nace la universidad “UCLM-Vodafone-Hacendado”, la primera en ofrecer conocimientos “según la tarifa contratada” y unas atractivas “licenciaturas de marca blanca” para las familias más humildes.

2017. Para tratar de aplacar aún más la creciente conflictividad social, la República Popular Católica de Castilla-La Mancha aumenta su control sobre la televisión autonómica. Los telediarios de la emisora manchega se llenan de reportajes sobre Cospedal inaugurando pantanos, acudiendo a misa o en el palco de diversas ferias taurinas. Motivada por sus asesores, incluso llega a protagonizar un western junto a José Mota. La propaganda del régimen llega a afirmar que la presidenta ha escrito más de 1200 libros, controla la lluvia a su antojo, y es capaz de detectar la denominación de origen de todos los quesos y vinos del mundo.

2018. Contradiciendo el mensaje oficial de los asesores del régimen, la contaminación radioactiva del cementerio nuclear situado en Cuenca produce un escaso número de superhéroes con poderes sobrenaturales, pero si un alto porcentaje de casos de cáncer. También acaba con miles de cabezas de ganado y esteriliza la tierra, destruyendo gran parte del motor económico de la región. El gobierno de la República Popular Católica lo interpreta como un castigo divino, y decreta una Semana Santa de seis meses.

2019. La República Popular Católica de Castilla-La Mancha sufre un retroceso de varios siglos, con una población mermada, un sector productivo destruido, y un gran índice de analfabetismo. Pero la televisión autonómica logra venderlo como una mejora: “Castilla-La Mancha ha sido conocida universalmente gracias a la novela de Don Quijote de la Mancha. Antes solo teníamos el libro, ahora contamos además con el mismo ambiente político y social. Podemos ofrecerle al turista una experiencia completa.” La presidenta Cospedal muere a finales de año, al ser tratado con sanguijuelas un catarro que arrastraba durante semanas.

2020. Son pocos ya los supervivientes en territorio castellano-manchego. Con el paso de los meses solo queda vivo el hombre más poderoso y rico de toda la región, Andrés Iniesta. El futbolista firma un acuerdo con el gobierno español por el cual les devuelve la soberanía de la región y, a cambio, España envía decenas de voluntarias a repoblar la zona junto al deportista. Castilla-La Mancha comienza poco a poco a resurgir, dominada por una raza de hombres bajitos, calvos y pálidos adictos al helado.